Efímero...

Caminaba...caminaba, eran ya las 6 de la tarde y no tenía ganas de volver a casa, seguía inmersa en un vasto mar de ideas, "...que haré ahora?..." se dijo en voz alta de repente, mientras pensaba: como hago los días mas vivos, mas significativos, menos aburridos, ya lo intenté todo, y aun así no consigo sentir lleno ese espacio que esta ahí, ausente, oscuro...
Se sentó en el césped, se apoyó en los codos y miró el cielo, pensaba, como será allá? mas allá de las nubes, mas allá de los gases que forman la capa de ozono, mas allá del oscuro universo, las estrellas, tan bellas para nuestros ojos soñadores, pero que en realidad son trozos de roca espacial inherte, que solo reflejan la luz del sol, haciendonos ver esas luces que muchas veces llenan de esperanza los corazones de la gente, pero que a la vez son como ellos mismos, luminosos para los ojos de otros, pero oscuros y sin vida en el interior.
Pensaba también, como es que se me vienen estas cosas a la cabeza, es que estaré loca de remate?? que pasa conmigo jajaja, xq no vivo una vida normal, como los demás, o es que acaso los demás estan dentro del concepto que se pueda considerar normal?? bueno ya basta con filosofar sobre la vida y los complicados seres que formamos parte de ella.
Se sentó, escanéo el terreno con la mirada perdida, buscando un motivo más para seguir pensando, pensando en que hacer...
Como a 15 metros, bajo la sombra de un árbol, se percató de la presencia de un muchacho, se le veía curioso, mas o menos alto, no lo sé esta sentado, unos jeans gastados, unas chuck taylor's color rojo, parecía que habian andado mucho, una camisa a cuadros rojos y blancos, sobre una camiseta blanca, su piel era canela, parecía muy tersa a lo lejos, cabello corto, negro desordenado y una barba muy corta y delgada enmarcando su mentón...si tan solo pudiera ver sus ojos...pensó, pero el muchacho se encontraba concentrado un libro. Qué estara leyendo...
Sintió deseos de acercarse a él, decirle: "hola, q tal, cuentame tu vida". (Estoy segura que muchos hemos sentido ganas de hacer eso al ver a un desconocido interesante, pero el miedo al rechazo puede más que la espontainedad)pero se dijo: "no seas loca, cuales serían las probabilidades de que un perfecto extraño quiera abrir su cofre de misterios contigo..."
Se quedó ahi mirándolo, imaginando quien sería ese chico, tiene pinta de tener 2.. 4?, si 24! debe ser estudiante, de literatura o algo asi, debe vivir con sus padres y tener una hermana, y hasta un perro! un labrador!...
Tantas cosas pensaba mientras sonreía, solo de pensar en él, en su día a día. Como habrá sido su niñez, donde nació, a que escuela fué, tuvo una infancia feliz???
Tendrá novia?? es probable que sí, es guapo, sería raro que no la tenga no!? se le ve normal, como será ella? que suertuda, tiene un chico muy guapo con ella, la querrá, será fiel? Cual será su nombre??? que tremenda curiosidad!!!!, lo bautizaré como...Matías, si! para mí es Matías, mi Matías...
De un momento a otro se vió a su lado, echada junto a él, reposando su cabeza en el muslo del muchacho, mientras miraba su rostro y acariciaba su cabello, el estaba ahí con ella, seguía leyendo su libro, y una paz y sentimiento de felicidad invadió cada ríncón de su cuerpo...
De pronto se vió besando sus labios, eran suaves, sentía sus manos fuertes abrazar su cintura, mientras ella se empinaba cada vez más para aferrarse a su nuca, sintiendose la más dichosa, la más amada...
Sintió que ese vacío que tanto había tratado de llenar con actividades diversas no existía más, que nunca estuvo ahí, que lo único que importaba era él, sus besos, su calor, su aroma...
De un momento a otro despertó del embeleso, del sueño, vió como el muchacho cerraba el libro de golpe y tomaba un gran suspiro, apoyó sus brazos en sus rodillas, que estaban recogidas hacia el pecho, y descansaba la frente en ellos, estuvo en esa posición por unos cuantos minutos, unos minutos en los que ella tomaba una fotografía en su mente, un retrato en tonalidad sepia que ella nunca olvidaría.
Matías se puso de pie, se estiró, miró hacia un lado, luego acia el otro, y la vió ahí sentada, observándolo, fijó su mirada en ella por unos segundos, segundos que para ella fueron eternos, sus ojos eran oscuros, almendrados, simplemente hermosos, bajo unas cejas pobladas y misteriosas... el la miró con curiosidad, le dió una media sonrisa y se fué...
Mientras Matías se alejaba, ella pensaba, ahí se va... lo que siempre quise, lo que siempre amé sin conocer, el amor de mi vida...ahora mi vacío se va con él, no necesito nada más porque en sus ojos encontré mi felicidad.
Paula se puso de pie, se dió media vuelta y partió a casa, mientras sonreía y pensando que poderosa era su imaginación, pero que ese romance efímero que creó, la acompañaría por el resto de su vida...